Al igual que hice con las vacaciones de junio, dividiré mi semanita de vacaciones en Baviera en unos cuantos posts, para hacerlo más llevadero (para vosotros y para mi!).
Este lo voy a dedicar a la ciudad de Munich.
Mi tio nos vino a buscar al aeropuerto, el domingo 13, y nos acercamos a Freising, donde está la cervecería más antigua del mundo, donde Guillermo IV dictó la ley de pureza de 1516. No obstante, por eso de ser domingo, y tal, estaba la fábrica cerrada, y no se podía visitar. Eso no nos impidió comer un codillo excepcional y beber una de las weissbier más sabrosas que he probado nunca.
Después fuimos a pasear un poco por el Olympiapark, y por último nos acercamos al recinto de la Oktoberfest, donde se estaban dando los últimos retoques a las carpas. La verdad es que tiene su puntillo pasear por esas calles desiertas... y volver durante la Oktober, con todo el jaleo.
El jueves fuimos por la mañana a pasear un poco por el centro. Lástima que el tiempo ese día no acompañara, y a pesar de que tampoco llovía mucho, no apetecía ni pasear ni hacer muchas fotos. Aún así, lo típico: Marienplatz, Frauenkirche, Odeonsplatz,...
Y no se puede ir a Munich y no visitar al menos una de sus fábricas de cerveza!! El mismo jueves por la tarde nos habíamos inscrito para visitar la fábrica de Paulaner. La visita fue más larga de lo que esperaba, y nos mostraron las distintas fases de fabricación de la cerveza, los antiguos aljibes de agua, las antiguas barricas, la embotelladora,... y por supuesto, degustación!
Proximamente, el resto de las vacaciones: los palacios y castillos, Salzburg, Oktoberfest... pero podeis ir echando un vistazo a todas las fotos colgadas en
Picasa.
