13 abril 2009

Segovia

Este será el primer de dos posts para cubrir el viaje que hicimos a Segovia por Semana Santa. En el primero me centraré en Segovia, y en el segundo en La Granja de San Ildefonso. Irán acompañados de sendas entradas en PixelVsGrano para comentar algunas fotos, y el resto de las fotos que no cuelgue aquí están, como siempre, en Picasa.

Llegamos a Segovia el Jueves Santo por la mañana. Dejamos las cosas en el Parador y nos bajamos a Segovia a dedo... no tardó mucho en parar a llevarnos un jardinero super majo, que incluso se desvió un poco de su camino para dejarnos en el acueducto.



Al llegar al acueducto nos dió la impresión de que había mucha gente... pero la mayoría eran viajes de estudios y gente que no salía del circuito acueducto-catedral-alcázar, así que a nada que callejeabas un poco estabas completamente solo.

Por la mañana recorrimos la parte sur de la ciudad vieja, por dentro y fuera de la muralla. Aparte de los monumentos emblemáticos, Segovia, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, tiene un montón de pequeños detalles curiosos, como este cartel de prohibido aparcar...



La muralla de la ciudad tiene un perímetro de tres kilómetros, y llegó a tener ochenta torres. La mayoría de las que quedan no se pueden ver por dentro, y tienen las troneras cegadas, pero aún así, la muralla se conserva en muy buen estado.



Entrando por la puerta de San Andrés, nos dirigimos hacia la Catedral. No entramos, porque lo quisimos dejar para la tarde que sería gratis para los Oficios, y como se estaban poniendo tontos en la entrada,... al final nada.



De ahí fuimos hacia el Alcázar. Subimos a la torre, desde donde se tiene una vista muy bonita de toda la ciudad. El Alcázar no tiene tanto mobiliario ni tanta decoración como el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, pero aún así merece la pena la visita.



Después de comer (y no, no comimos cochinillo), fuimos hacia la parte norte. Visitamos la Iglesia de San Juan de los Caballeros y el Museo Zuloaga, donde estábamos prácticamente solos, y estuvimos vagando un rato por las calles de la ciudad, llegando hasta el Monasterio de Santa Cruz la Real. Por desgracia, muchos sitios estaban cerrados o en obras.

Nos íbamos a quedar a ver las procesiones, pero estaba refrescando mucho, estábamos cansados,... y vaya, que apetecía recogerse. Próximamente... La Granja!




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