Dubai
Bueno, lo prometido es deuda. Ayer terminé al fin de procesar todas las fotos que saqué en mi mini-viaje a Dubai, y las subí a Picasa. Así que ahora toca hacer un pequeño post de lo que fue mi primer (espero que de muchos!!) viaje a Oriente.
Voy a empezar con lo malo, que es poca cosa, y acabo pronto:
- El calor. 40ºC (30º de mínima!!) y una humedad cercana al 50% (comparado con Madrid donde tenemos un 10%) implica un calor sofocante y pegajoso. Era imposible estar al aire libre.
- Las distancias; es todo tan grande y monstruoso, que hay que ir en taxi vayas a donde vayas. El calor tampoco ayuda.
- La religión. Me gusta pasear por ahí en verano y ver a las chicas ligeras de ropa, para que nos vamos a engañar. Pero la moda femenina no es tan molesta como lo complicado que se pone echar una cervecita!!
En el aeropuerto de Doha, primer choque cultural. La foto es del baño del hotel, no del baño del aeropuerto...
El del aeropuerto, como os podeis imaginar, era bastante menos glamouroso; la costumbre de los árabes de limpiarse con agua implica que los baños están realmente encharcados, a pesar de que hay alguien secando el suelo todo el rato. Y cuesta bastante encontrar papel.
Ya en Dubai, me pararon en el aeropuerto un par de veces. Nada más que la típica revisión del equipaje, cacheo y preguntas,... pero que a estas alturas de la vida me sigan parando en los aeropuertos por los pelos y las barbas (que esta vez no iba ni con botas militares, ni con cadenas, ni con camisetas politicamente incorrectas) me da bastante por saco.
El sábado por la mañana cumplí con los temas de trabajo por los que hacía el viaje, y me fui hacia el hotel. No soy muy amigo de la playa... pero claro, había que bañarse en el Golfo Pérsico. Los que se quejan de que el agua del Mediterráneo está caliente no saben lo que dicen. Me tuve que salir enseguida por miedo a que se me cocieran los huevos.
Así que me di un chapuzón en la piscina, que sí que estaba fresquita.
Por la tarde, después de comer, me dirijí a la parte antigua de la ciudad, los distritos de Deira y Bur Dubai. En Deira se encuentran el mercado de oro y el mercado de especias. Mucho no pasee por el mercado de oro, pero en un escaparate atrajo mi atención el anillo de oro más grande del mundo.
Bur Dubai está separado del distrito de Deira por el Khor Dubai. Para cruzarlo, se emplean las 'abra', unas barcas de madera muy sencillas, sin más que un pequeño banco en medio para sentarse.
Después fui al museo de Dubai, situado en el Fuerte Al Fahidi, donde hay unas interesantes reconstrucciones de el Dubai antiguo, así como restos arqueológicos, e información acerca de la evolución de la ciudad.
A estas alturas del día llevaba pateando unas cuantas horas, y había sudado lo que no sudo en meses, así que me pareció buena idea irme al hotel a ducharme y descansar un rato, antes de irme a cenar con el jefe.
El domingo, tocaba visita al Dubai moderno, y su gran colección de 'cosas más grandes en el mundo'. Empecé por el Mall of Emirates, que tiene la pista de esquí cubierta más grande del mundo. Es tan gansa que no tiene arrastres: tiene telesilla!
De ahí me fui al Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo. Tiene pista de hielo, un acuario inmenso, y, por supuesto, muchisimas tiendas.
Al lado del Dubai Mall está Burj Dubai, el rascacielos más alto del mundo, aún en construcción, y que debe inaugurarse el 9/9/9 (el mismo día que el monorail que están construyendo, por cierto).
En el Dubai Mall vi algo bastante curioso. A una mujer de las que llevan el burka cerrado (velo, guantes y todo... probablemente fueran de Arabia Saudi) se le engancho el burka en la escalera mecánica. El problema era que los operarios del servicio técnico de la escalera no podían tocar a la mujer ni sus ropas! Así que tuvieron que parar la escalera y esperar hasta que vino alguien que sí podía (no estoy muy puesto en el Islam... era uno de esos que llevan un gorro de lana en la cabeza). Lástima que la foto no se aprecie mejor, pero a esta gente no les suele hacer gracia que les fotografies, así que tampoco era cuestión de bajar a hacer un reportaje.
De ahí me fui a Palm Jumeirah, la isla artificial con forma de palmera, que está casi terminada. Desde ahí se tiene una vista bastante curiosa de toda la costa de Dubai, pero el problema es que entre la humedad y la arena se forma una calima que dificulta mucho lo visión a distancia... y estropea bastante las fotos.
La foto de Palm Jumeirah está tomada al día siguiente desde el avión.
Por último, volví al Dubai Mall porque por la noche hacen un espectáculo con las fuentes en el exterior...
Y plus, plis, plas. Todo llega a su fin, y al día siguiente había que levantarse muy pronto para volver a España, así que me fui al hotel, a estar un rato en la piscina (que por la noche no hay nadie, y se está muy a gusto y muy fresquito).
Dense una vuelta vuesas mercedes por Picasa, que he colgado muchas más fotos de las que he reproducido aquí... y aún así me ha quedado un post bastante tocho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario